Estrepitoso fracaso de asistencia en la incursión secesionista en Madrid
La Delegación del Gobierno asegura que 18.000 personas se han manifestado en Cibeles, lejos de los 50.000 que esperaban congregar los convocantes.
Foto tomada ayer de la manifestación, desde abajo,así parece que hay más gente.
La incursión separatista que se ha plantado este sábado en la Plaza Cibeles de Madrid para exigir la autodeterminación de Cataluña y la puesta en libertad de los golpistas se ha quedado lejos de cumplir con su objetivo de asistencia.
Según la Delegación del Gobierno (ojo,y son amiguetes) 18.000 personas han asistido a la manifestación separatista. Los organizadores aseguran que eran 120.000 personas.(O ya puestos 800 millones, total,son pocos).
El objetivo de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium era congregar en la capital de España a unas cincuenta mil personas (como poco,claro), que son las que según su versión asistieron a la manifestación de PP, Ciudadanos y Vox en la plaza de Colón (es decir los defensores de España a los que se les habían agregado un par de partidos chupópteros).
La cabecera de la marcha ha arrancado a las 17.30 horas en la Plaza de Neptuno bajo el lema "La autodeterminación no es delito", escrito en castellano en deferencia a los madrileños, según han señalado las propias organizaciones secesionistas convocantes. En otra pancarta se podía leer: "Venimos a despedirnos". Lo normal,porque mañana regresan a su país imaginario que está y seguirá dentro de España.
Previamente, una decena de alcaldes independentistas han cantado, vara en mano, el himno del Segadors en el edificio de la Bolsa. El presidente de la Generalidad, Quim Torra, le ha pedido a España que escuche "los gritos de la libertad" y que aproveche la manifestación de hoy para preguntarse "en qué ha fallado para que tanta gente esté apelando el derecho de la autodeterminación". Recordar siempre que "derecho" y "auto" son expresiones reservadas exclusivamente para cierta élite.
A escasos 500 metros, la "potente" megafonía instalada en la Plaza de Cibeles iba calentando el ambiente a la espera de que llegase la cabecera de la manifestación. Mientras tanto, algunos de los manifestantes han aprovechado la espera para fotografiarse junto a monumentos emblemáticos como la Puerta de Alcalá o la diosa Cibeles. Como Hitler cuando entró en París tras la derrota de los franceses.
"El Estado es fascista y el Rey es un mamarracho"
El acto final ha estado plagado de intervenciones de los representantes de las asociaciones independentistas, familiares de los políticos encarcelados y entidades de la izquierda radical simpatizantes, todo ello acompañado de la tradicional música sensiblera que acostumbra a ambientar este tipo de actos. Para el caso pegaría más reguetton.
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha afirmado que "el juicio del proceso es un intento perverso de criminalizar el derecho a la autodeterminación". El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri ha asegurado: "No hemos venido a provocar a nadie". Se entiende pues que es una comitiva "de amor", ¿No?
Al escenario también ha subido el padre de uno de los proetarras de Alsasua que agredieron a dos agentes y a sus parejas: "Estamos aquí para denunciar cómo nuestros hijos fueron juzgados y encarcelados injustamente por una pelea de bar convertida en un caso de terrorismo". Como todos sabemos las deudas de juego acostumbran a liquidarlas al estilo Far West, y siempre ganan con trampas.
Pero sin duda una de las intervenciones más delirantes ha sido la de Óscar Reina, portavoz del SAT, que ha afirmado "el Estado es fascista y el Rey un mamarracho". Deberían mirarse a un espejo.
¿Que que os fallado? A ver,almas de cántaro, ¡la república no existe!
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